dimecres, 29 d’abril del 2020

Anàlisi de la façana de la passió de la Sagrada Familia. 

La façana de la Passió és la façana que es troba al carrer de Sardanya, a la cara sud del temple de la Sagrada Família de Barcelona. La façana consta de tres portals d’entrada, dedicades a les virtuts teologals, la Caritat, l'Esperança i de la Fe, precedida d’un porxo amb sis columnes inclinades que prenen forma de construccions anatòmiques com ossos, que recorden la vida rere la mort. La façana està dividida en tres pissos on es representa la passió i la mort de Jesucrist.

La iniciació de la seva construcció data del 1954, on han sigut esculpides un seguit d’escultures de l’autor Josep Maria Subirachs, on es troben representades un conjunt d’escenes endreçades cronològicament. En el primer pis; el Sant Sopar, l’hort de Getsemaní, la traïció de Judes, la flagel·lació, la negació de sant Pere, l’ecce Homo i Jesús davant Pilat. Al segon pis; el centurió Longí, la Verònica i Simó Cireneu. Al tercer pis; els soldats es juguen les vestidures, la crucifixió  de Jesús i el seu enterrament. Aquestes escultures formen una visió austera i nua, representada a través de formes geomètriques amb un acabament en forma d’aresta, que reforcen la idea principal de la façana; la creació d’un espai tenebrós que arribés a transmetre la idea contraria al naixement, arribant a fer por a l’espectador, donant així una idea aproximada de l’infern.

Algunes de les escenes més destacades són: 

— El Sant Sopar. El Sant Sopar és el conjunt escultòric d'on parteix el fil narratiu d'aquesta façana. Jesucrist està d'esquena al observador, com si volgués destacar la importància dels dotze apòstols que assisteixen a l'última nit del profeta.



—El quadrat màgic. Amb aquests setze nombres poden fer-se tres-centes deu combinacions de sumes que donen sempre com a resultat 33, l'edat simbólica de Jesús quan va morir.


— La crucifixió. L'escena central i culminant d'aquesta façana és la de Jesús a la creu. A la dreta del crucificat hi ha la seva mare, Maria Magdalena i sant Joan. A l'altra banda hi trobem el crani d'Adam, l'entrada al sepulcre amb la pedra i la lluna.

¿Qué tienen en común las diferentes religiones del mundo?

La gran mayoría de religiones parten de la base de la existencia de uno o varios seres supremos, dioses omnipotentes como figura creadora del mundo cognoscible e incognoscible. Este Dios da respuesta a todas aquellas preguntas que el ser humano ha sido primitivamente incapaz de responder, ahogando así  la búsqueda intrínseca de los seres humanos por comprender todo aquello que nos rodea. Con este pretexto, Dios se impone como único fundador de todo aquello que nos rodea, haciendo así del ser humano un elemento inferior a él. Esta creencia en un ser superior despierta en el hombre una necesidad impetuosa de llevarse bien con su Dios creador mediante el cumplimiento de un seguido de pautas morales que debemos aplicar si queremos hallar “la vida eterna”. Este concepto se extiende a la totalidad de las religiones, expresada gracias a la existencia del “más allá” tras la muerte, siendo esta idea reflejada a través de la existencia de paraísos celestiales, ciudades prometidas, jardines prohibidos, reencarnaciones… que menosprecia la vida terrenal y justifica le redención del practicante, haciendo de nuestra estancia un mero tramite hacia lo desconocido. No obstante, para aquellos que decidan no seguir estas pautas les espera la antítesis de lo anterior, el infierno.

Estas pautas son un conjunto de prohibiciones, obligaciones, redenciones y castigos que vienen recogidas en un conjunto de escritos normalmente contemporáneos a la existencia de un primer embajador de Dios, un enviado especial que refleja la intencionalidad del todo poderoso y que remarca una clara división entre aquellos que decidan seguir su palabra y aquellos que no, convirtiendo estos últimos en blasfemos y herejes. Una especie de ser humano inferior que desmerece la vida en el paraíso prometido junto a su creador. Los elegidos —aquellos que decidan procesar la religión— en numerosos momentos de la historia se han visto obligados a emprender las llamadas “guerras santas”, una especie de purga llevada a cabo por tal de eliminar el mal de la tierra que conlleva el sacrificio del infiel, o en su defecto, no tener contacto con el pecador. 

Para hacer posible la perduración de la palabra de Dios expresada a través del “enviado” y recogida en las santas escrituras se crea un séquito de embajadores, así como profetas, pastores, ministros de Dios y guías espirituales que remarcan los valores de la religión y recuerdan las normas que el rebaño debe seguir al pie de la letra por tal de alcanzar la vida eterna. Una vez más una tercera división entre el pueblo que antes permanecía igualado en cuanto a poder y libertad.

Como conclusión a la segunda pregunta de este trabajo: “Que piensas de las religiones y que crees que pueden aportar a la sociedad”, y tras la exposición de las anteriores similitudes entre las religiones del mundo, pienso que estas, primitivamente han intentado dar una explicación a todos aquellos fenómenos que por entonces el ser humano era incapaz de comprender por falta de medios para el conocimiento de los mismos.

Aplicando la anterior pregunta a la sociedad actual, pienso que las religiones inducen un seguido de esquemas mentales a través de la palabra sagrada, que modela la conducta de aquellos que la deciden practicar. Una conducta mayoritariamente positiva, pero que a su vez introduce un seguido de opiniones propias de una mente contemporánea a las santas escrituras, y que por lo tanto son acertadamente tildadas de primitivas y arcaicas. Hecho “comprensible” si tenemos en cuenta la datación de estas escrituras, que han permanecido intactas e incolumnes a la evolución de la sociedad desde hace más de 5.000 años (2.000 si hablamos del cristianismo). Este hecho hace involucionar e incluso retroceder a la totalidad del conjunto de seres que intentan convivir en una misma sociedad, dividiendo, discriminando, menospreciando, marginando, silenciando e intentado erradicar a numerosos colectivos de personas ajenas a la religión en cuestión por motivaciones ideológicas, por no hablar de las sangrientas cuestiones históricas, donde inmemorialmente las religiones del mundo se han cerciorado de imposibilitar el cambio por beneficio propio o de terceros a fin de mantener su estabilidad en la cima, acciones propias de uno de los colectivos, si no el más poderoso e influyente del mundo. Motor principal del ideario colectivo. 

dimarts, 7 d’abril del 2020

Que puede aportar la religión durante la crisis por el SARS-Cov-2 

El conjunto de religiones provoca una serie de cambios en aquel que las practica y en aquellos que lo rodean.

Las personas creyentes obtienen ciertos beneficios de sus religiones, ya que les proporciona un salvo conducto por el cual canalizar numerosas situaciones de la vida cotidiana desagradables, frustrantes o incomprendidas por el ser humano.  

Concretamente, en esta epidemia que asola al conjunto de la población mundial, las personas creyentes tienden a ser más comprensivas, felices, pacientes, altruistas, agradecidas i optimistas que aquellas que no lo son, ya que la religión construye una serie de estructuras cognitivas que les permiten lidiar de una forma más hedonista las diferentes situaciones traumáticas a las cuales el ser humanos se expone a lo largo de su existencia. Estas personas a su vez se encuentran arropadas por un gran apoyo moral y psicológico que les brinda la creencia en una próxima vida repleta de felicidad que se les será proporcionada si estos se comportan como Dios espera de ellos. Esto hace que se armen de serenidad, determinación y valor ante la adversidad, así como la enfermedad o la muerte de los mismos.

Es por ello, que en mi opinión los creyentes tienen una serie de ventajas morales en la forma de vivir la vida que les diferencia de los agnósticos.